Cuantas cosas quedan en potencial. Cuantas cosas podrían haber sido y ya no serán. Como esa imagen que retrataba la perfección de un nosotros hoy tan lejano.
Mirar ese recuerdo inmortalizado y volver a pensar en la paz, confianza, seguridad, amor, vida... Todo aquello que podría haber sido, que podríamos haber tenido...y finalmente quedarte detenido en ese "podría".
Estar parados en la potencialidad nos marca una cosa: no pudimos. El tren pasó y no nos subimos a tiempo.
Las promesas, los planes, las posibilidades quedan también en otra época, y no da espacio al hoy ni al mañana. Sólo queda aquello que cobardes, mezquinos, e inseguros no pudimos tomar y convertir en una realidad, sin lugar al potencial.