La película dirigida por Peter Jackson fue estrenada en Córdoba este mes. Es la adaptación del libro de la escritora Alice Sebold llamado The Lovely Bones.
El film realizado en 2009, de género dramático y con una duración de 135 minutos, contó con un presupuesto de 65 mil millones de dólares.
Más allá de la ficha técnica, Desde mi cielo cuenta la historia de una niña de 14 años, Susie Salmon (Saoirse Ronan) que es, implícitamente violada, y asesinada por un vecino que vive en su misma cuadra, George Harvey (Stanley Tucci). Este hombre la seduce con una especie de sótano preparado para el juego de los niños de la zona. Cuando Susie descubre que esta muerta y que su familia no puede verla ni oírla comienza a “comunicarse” con ellos a través de diversas manifestaciones. Éstas resultan conmovedoras para aquellas personas que han perdido algún familiar y han vivido experiencias similares, incluso para aquellos a quienes les han contado de las mismas.
La niña se encuentra en una especie de “Limbo”[1] dentro del cual vive diversas sensaciones y emociones mientras observa como detrás de un espejo cómo se desenvuelve la vida de su familia. Sus padres se van distanciando. La mujer, Abigail Salmon (Rachel Weisz), necesita hacer una especie de retiro y se marcha de su casa dejando a su madre, Lynn (Susan Sarandon), a cargo del hogar; mientras que el padre, Jack Salmon (Mark Wahlberg), se obsesiona con encontrar al asesino de su hija mayor.
Es una película enmarañada que muestra cómo una niña observa, imposibilitada de hacer algo, la injustita de la vida y todas aquellas cosas que no podrá realizar, pero que sí esta logrando su hermana menor, Lindsey Salmon (Rose Mclver). Irónicamente, la próxima víctima de este asesino en serie, Lindsey, será quien exponga al sujeto que le arrancó a su hermana, a través de una acción muy arriesgada.
Finalmente, la pequeña se despide de su amor -con el que nunca llegó a tener su primera cita a causa del incidente que provocó su muerte- metiéndose en el cuerpo de una chica con una sensibilidad especial para lo sobrenatural, Clarissa (Amanda Michalka).
A pesar de todo tiene un final “feliz”. La familia vuelve a unirse y continua con el curso de la vida con la tranquilidad de saber quién fue el asesino de Susie, buscando justicia. La niña logra liberarse de las ataduras que la mantenían unida a la tierra y accede al cielo. Pero antes comprende que no fue sólo ella la victima de Harvey, es decir, que no fue algo personal, y puede dejar de preguntarse “¿porque a mi?”, cuestionando su desmerecido destino. Y el malvado muere accidentalmente tras el desprecio de la que sería su próxima víctima.
[1] Se llama limbo a un estado, después de la muerte, o un lugar, en los bordes del infierno, a donde irían los que, no habiendo cometido ningún pecado por sí mismos, cargan con la culpa del pecado original. Se llama tradicionalmente limbo de los niños. O al mundo entre los vivos y los muertos.