jueves, 10 de junio de 2010

MMMMMMMM….

Siempre tuve dos ideas/pensamientos, o como quieran decirle, con respecto al mundo, a lo mercantil principalmente.

Por un lado, la idea de que en ciertos trabajos/oficios considerados “de hombres”, estos mismos individuos se aprovechaban del supuesto desconocimiento del sexo opuesto. Con estos oficios me estoy refiriendo a lo relacionado con la construcción y todo el mercado que hay alrededor del mundo de los fierros –autos-. Estas son consideradas ramas netamente masculinas ya que el trabajo, tanto directo como indirecto, mayoritariamente es realizado por hombres.

Y por otro lado, se sabe que en determinado lugares se le cobra a los clientes un producto según la pinta y cara que tenga. Esto no estaría sólo relacionado con el sexo de la persona, y su desconocimientos en ciertos oficios/áreas, sino ya con su condición social, o apariencia de ésta.


Bien, hace ya varios días se confirmaron mis sospechas con casos reales y puntuales que llegaron a mis oídos hablando de estos temas.


En el primer caso, sí, es cierto, en lo referente a los autos, las personas se aprovechan de la condición femenina de “ignorancia” y le suben el precio a las cosas, o les dicen que tienen roto algo, muy caro obviamente, cuando en realidad no es cierto. En este caso, la historia que me contaron es que en una casa de chapa y pintura, un pariente de la persona que me lo dijo, le contaba que a las mujeres, especialmente, cuando iban solas se le decía que el costo del arreglo era como mínimo 100 pesos más de lo que le dirían a un hombre que sale. O sea, cuando tengamos que ir a arreglar algo del auto, hay que llevar a un hombre sí o sí, por más que sea uno que encontremos por la calle caminando.


Y en el segundo caso, también referido a los autos, se trata de las pintas. Otra sospecha sospecha confirmada, aunque creo que esto sucede en todos los rubros y negocios, o en su mayoría.


En este caso, y esta es una historia contada por una persona diferente de la de recién, me contaban que cuando vas a un lugar –no me dijeron cual- a comprar repuestos para autos si estas bien vestido y limpio te cobran una cosa, y si no te cobran otra. Así le paso a una persona que fue “crota” y desarreglada a comprar un repuesto. Cuando llegó al lugar le dijeron un precio, y cuando fue un familiar directo, hombre, otro día, bien vestido, de traje, le dijeron uno muy superior. Por suerte, ambos hombres saben de autos y sabían muy bien el manejo del lugar, por lo que otro día volvió la persona vestida lo más simple posible a comprar lo que necesitaba.

En fin, hay muchos manejos, y sobreprecios; y en ciertos rubros es preferible delegar tareas a los hombres. Y en otros, y bueno, si uno no sabe del tema, y necesita con urgencia algo, no se entera que le están vendiendo vaca podrida.

Y si! Siempre hay un vivo! O varios, o demasiados!

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